Enterrado. By Kimera

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kimera
8 Abril 2014

El día que decidí que esto de fumar se había acabado, volví a nacer. Creo que, en mi caso, estaba ya tocando fondo y se encendió alguna luz en mi cabeza avisándome de que lo dejaba o las consecuencias serían mucho peores de lo que aquella mañana vi delante de aquel espejo; una mujer todavía joven, consumida, triste, nerviosa, y oliendo a nicotina por cada poro de su piel. No olvidaré nunca como me acerqué a aquel espejo y como mi reflejo me devolvía las enormes ojeras, la piel cetrina, el color del pelo apagado...Para los que un día siguieron mi blog conocen que pasó depués: "se acabó" he dejado de fumar.

Ahora con la perspectiva del tiempo (1 año y siete meses) no entiendo como no me embarqué en esta aventura mucho antes. Juro que no lo entiendo, quizás todo tiene su momento y las decisiones que tomas en la vida ni se pueden precipitar ni retrasar...quizás...pero de lo que si soy consciente es que el tiempo se me acababa y cogí éste tren en el último vagón...

Muy duro, fue muy duro pero fue mi prioridad absoluta. Al principio tuve miedo; miedo por encima de todo a defraudarme a mi misma, a caer una y otra vez y no saber levantarme, a perder las fuerzas y sucumbir, a engañarme con mil mentiras para poder vivir con mi fracaso, pero me armé no solo de valor sino de todos los consejos habidos y por haber de los otros que eran tan afortunados de haberlo conseguido. Si otros pudieron, yo puedo.

Lo primero que hice fue estudiarme a mi misma. Conocerse a si mismo no solo es una frase hueca que algún filósofo griego popularizó, es fundamental para realizar cualquier tarea importante porque de ello depende en gran medida el éxito o el fracaso de lo que intentas realizar. Por ejemplo;a mi me aterrorizaba que un médico me diera un plazo para dejar el tabaco, creo que tiene que ver con lo mal que llevo las imposiciones de cualquier clase y dejar el tabaco de esa manera sería insoportable. Siempre es preferible que sea uno mismo el que se imponga las cosas a no que sea otro el que lo haga....a esto me agarraba

Mi cerebro se comportaba como un niño malcriado. Había que repetirle cientos y cientos de veces el mismo mensaje: NO. Esto lo decidio yo y la respuesta es: NO. Te pongas como te pongas, por mas difícil que me pongas las cosas la respuesta es: NO. Tardaré más o menos, pero mi respuesta sera la misma: NO. Y a base de negativas, de despertarme por la noche y oirme decir: NO, de hacerme llorar muchos días y decir; NO, de utilizar cientos de recursos que iba cambiando a medida que dejaban de funcionarme (al principio litros de agua, verduras y frutas, este blog maravilloso donde tanta gente me ayudó, ejercicio, paseos eternos, videos, etc, etc, etc) iba haciendo mis "pinitos" que ni siquiera me creía yo misma...limpiaba los ceniceros de las personas que vivían conmigo fumadoras, les compraba tabaco, e incluso tuve en mis manos algún cigarro porque quería enfrentarme al enemigo, no estaba dispuesta a huir de él, yo quería comportarme como los que nunca habían fumado; quería poder convivir con aquellos que decidían seguir fumando sin ser "una dictadora", respetando la decisión de cada uno a elegir la forma de vivir su vida, quería que si en algún momento alguien me ofrecía un cigarro poder decir; NO FUMO, gracias.

Como recompensa quería sentirme bien, recuperar las fuerzas perdidas, que la energía robada volviera a mi cuerpo y a mi mente, sentirme fuerte, no depender de un mechero y un paquete de tabaco pegados a cualquier movimiento de mi vida. Como recompensa, quería que me preguntara el médico si fumaba y decirle...lo dejé hace tiempo, quería oler a perfume de jamín y lilas, quería correr y subir escaleras, saber distinguir un tomate de ensalada de pata negra. Como recompensa, quería comprarme algo bonito con el dinero ahorrado, que esos amigos que te ven de vez en cuando se quedaran boquiabiertos al verme con ese tono rosado que adquiría la piel de los que oxigenaban correctamente...

Y no fue un milagro, una palabra de aliento me ayudó muchas veces, escribir en este blog me sirvió de terapia porque me sirvió para rebajar la angustia por la que muchas veces pasaba, y a la vez quiero pensar que ayudé a otros que estaban peor que yo, y mi familia me apoyó siempre pero sobretodo me lo curré yo, minuto a minuto, hora a hora, día a día, mes a mes....porque nadie puede hacer por uno lo que tiene que hacer uno mismo.

Un año y siete meses. No necesito fumar, no me importa estar con fumadores, y jamás doy consejos a ningún fumador para que lo deje porque yo recordaré siempre como me engañaba, como no quería oir, y como me justificaba diciéndome que "me gustaba fumar".

Para los que habeis decidido dejar el tabaco, para lo que llevais poquito tiempo, para los que llevais un poco más, para los que habeis recaido y os levantais con miedo...para todos; hay otra vida detrás de la puerta de la adicción, solo hace falta no tirar la toalla nunca, conocerse un poquito cada uno, y hacer prioridad absoluta todo lo que rodea a la decisión de dejarlo.

Te dije que podría contigo, te juré que antes de enterrarme tú...te enterraba yo.

Un abrazo a todos