Desde que no fumo más he tenido algunos momentos en los que, más que desear fumar, no recuerdo que lo he dejado y pienso en encender un cigarro... Eso me pasa sobre todo cuando he estado muy estresada o molesta. Sin embargo, es un instante, a lo mucho un minuto luego del cual desaparece todo indicio de querer fumar. Lo que a mí me sirve es no darle mucho pensamiento, sólo recordarme que todo es mejor sin fumar y que es un momento incómodo nada más. Y ahí voy.