NUEVA VIDA - 2 semanas y 2 días sin fumar

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Raquel PP
12 Diciembre 2018

Quería haber escrito al hacer las dos semanas pero el trabajo está siendo muy intenso y tampoco tengo mucho que contar...

Ya no me apetece fumar nunca, no tengo ansia... Ya no quedan síntomas como los temblores o respiraciones fuertes... Ya no echo de menos el tabaco, en ningún momento lo he recordado con nostalgia.

No sé, lo llevo demasiado bien. A veces me viene el sabor a humo, cómo si soltara la bocanada de humo desde dentro. Es rarísimo. A veces me viene la sensación de querer fumarme un cigarro sin venir a cuento e inmediatamente me doy cuenta y rechazo ese pensamiento. No es con ansia, no es con mono, es más bien un recuerdo. 

 

Anoche se me olvidó la pastillita por primera vez, me he dado cuenta esta mañana. Los primeros días le daba mucha importancia y valor a las pastillas, ellas tenían todo el mérito de que lo estuviera consiguiendo. Hoy por hoy pienso que podría seguir sin ellas, de hecho esta mañana he pensado en dejarlas, no las necesito pero...y si las necesito? Ahora vienen días de muchísimo trabajo, muchas horas y estrés y temo que sea precipitado dejarlas en este momento. No me gustaría tirar todo por la borda tomando una decisión equivocada.

Lo bueno de todo esto es que lo estoy llevando francamente bien y está siendo muchísimo más fácil de lo que pensaba. Debo estar alerta porque a veces pienso en fumar pero por hábito no por necesidad, enseguida descartó ese pensamiento pero tengo la impresión en ese momento de que sería fácil fumar solo uno.

Hoy precisamente están operando a mi padre de cáncer de garganta, una de las cosas que me empujó definitivamente a dejarlo, también como apoyo para el que lo tuvo que dejar obligado por la enfermedad. Mi madre quiere dejarlo también, la motiva mucho ver qué yo he podido y me ha resultado fácil, incluso ha ido a su médico para pedir las pastillas (Elontril 150) pero está pasando muchos nervios estos días con lo de mi padre y no se siente capaz ahora mismo. Yo la entiendo, siempre tenía miedo de no poder porque no era el momento adecuado, mi momento llegó sin más, sin esperarlo, un día decidí que debía empezar y me ha resultado francamente fácil. Espero que su momento llegué pronto, nos hará bien a todos y seremos un apoyo en grupo los unos para los otros.

 

Menos mal que no tenía nada que contar, cómo me enrollo!

Un abrazo compañeros.